El nombre completo de este conjunto de trabajos es “la máscara: espejo de una sociedad”. Personajes ficticios de cuentos que no existen, arlequines, marionetas, payasos, etc… todos enmascarados, a veces con máscaras que parecen ser de un siniestro carnaval veneciano…
La máscara se representa como lo estéril, que no expresa ninguna emoción. Es lo que la sociedad “nos pide” que seamos frente a los demás. Los fondos de colores extremadamente intensos y abstractos representan el verdadero sentimiento de la persona.
Con este enfrentamiento de emociones Juan Tardío realiza la que será su primera serie de obras relacionadas temáticamente. La serie que le enseñó a pintar y a sentir el arte.